Muchas veces consumimos la carne que compramos sin saber realmente si es de buena calidad, o de si hemos pagado el precio que conviene para tal calidad de carne. En muchas ocasiones creemos que estamos comprando auténticas gangas por sus baratísimos precios, cuando en realidad no hacemos más que pagar por preparados de carne que no valen lo que dicen. Cuando compramos carne siempre queremos que sea fresca, tierna y sabrosa, pero muchas veces no sabemos la diferencia que existe entre las diferentes formas de preparar la carne. Para entenderlo debemos conocer la diferencia que existe entre la #carnefresca y los #preparadosdecarne, pues nos pueden dar gato por liebre. Pensamos que estamos comprando una buena porción de carne fresca cuando en realidad no es más que un preparado de carne. Debemos fijarnos bien en la composición de dicho producto antes de comprarlo, o directamente comprarlo en #MariscalDelicatessen en donde la calidad de nuestra carne fresca está asegurada.
La #CarneFresca es la que no ha sido sometida a procesos de conservación o aditivos durante el trascurso de su tratado, es decir, es aquella que no ha sido modificada más allá de congelarla o refrigerarla. Los #PreparadosdeCarne, sin embargo, sí han sufrido algún tipo de proceso diferente al de refrigeración o congelación, o han sido tratados mediante aditivos, condimentos y otros productos alimenticios. De esta manera, aunque la apariencia sea de carne fresca no lo es, pues tiene un grado de transformación más o menos elaborado. Sabiendo esto, siempre hay que fijarse en la composición de la carne, puesto que en ocasiones nos hablan de carne fresca cuando la composición de la misma es de 71% de carne más 29% de agua+aditivos, de tal forma que la calidad desciende y el precio debería ser menor. No siempre lo es, y el cliente es el principal damnificado, pues paga el agua y los aditivos a precio de carne fresca.
Comprar la carne envasada o congelada puede llegar a ser un quebradero de cabeza para el cliente, pues debemos fijarnos muy bien en la composición de cada una para saber cuál es la que realmente sea carne fresca, y luego comparar los precios con las demás para adquirir el mejor producto. Otra opción es ir a una de las tiendas de #MariscalDelicatessen puesto que allí recibirás el producto de la mejor calidad y sin engañar a nadie. Cortándose cada uno de los trozos de carne delante del cliente se evita que tenga composiciones diferentes o engañosas, pues podemos ver y elegir aquellos productos que más nos gusten. La única manera de asegurarnos de que estamos comprando la carne fresca, tierna y sin ingredientes añadidos es acudiendo a una carnicería Mariscal, elegir el producto que más nos guste, preguntar por su calidad y composición a nuestros expertos carniceros y ver cómo se corta, despieza y desmonta delante de nosotros. Ya no es por dinero solamente, sino por salud y por el aporte vital que supone la carne en nuestra dieta.