Tinto para la carne y blanco para el pescado, ¿de verdad es tan simple la regla para combinar adecuadamente el vino con tus platos?. En este blog nos centramos en nuestra especialidad, que es la carne, y debemos apuntar que no es tan sencillo elegir el vino adecuado sino que para ello han de tenerse en cuenta aspectos como el tipo de carne, su modo de preparación o la salsa que la acompañe. En este post vamos a darte una pequeña guía de qué tipo de vino le va a tus platos de carne. Toma una copa entre las manos y acompáñanos en nuestro recorrido.
1. Si tenemos en cuenta el modo de preparación:
- Carnes crudas tipo carpaccio o steak tartar
El carpaccio es una carne cruda que se toma fría y cortada en finas láminas y le va muy bien un vino tinto de cuerpo medio, es decir no muy denso. En el caso del steak tartar, que es la carne de res cruda molida y aderezada con salsa inglesa, alcaparras, huevo crudo y limón optaríamos más por un rosado aromático.
- Carnes a la plancha
Si se trata de carnes cocinadas a la plancha, sin más, debemos elegir un vino tinto seco de cuerpo medio salvo que vayan con pimienta, en cuyo caso optaríamos por algo más de cuerpo. Si cocinamos a la parrilla lo mejor son los vinos tintos ligeros.
- Carnes al horno
La carne que hacemos asada al horno debe combinarse, a diferencia de las anteriores preparaciones, con un vino con cuerpo y concentrado.
2. Por el tipo de carne:
- Ternera
La carne de ternera combina muy bien con vinos tintos ligeros y jóvenes o con blancos de estructura mediana, con cierto carácter si la carne va con salsas.
- Cerdo
Es una carne muy versátil con lo que según cómo la cocinemos así haremos para elegir el vino acompañante, pero en general va bien con casi cualquier vino. Seco y joven si la carne va a la barbacoa y con mucho cuerpo si es cerdo asado al horno.
- Cordero
El cordero es una carne que de por sí ya tiene un sabor intenso característico y combina a la perfección con el vino tinto. Si se trata de un cordero joven, recomendamos un vino con toques afrutados y si es de adulto, el vino habrá de tener más cuerpo.
- Aves
Para el pollo elegiremos blancos o tintos jóvenes. El pavo, que en Navidad tomamos principalmente al horno con salsas dulces, combina muy bien con un tinto intenso. Para el pato, que es una carne más grasa, buscaríamos un vino blanco con cuerpo y fresco que contrarreste ese sabor graso.
3. Jamón y embutidos:
Al jamón y los embutidos le dedicamos un punto y aparte. Servidos generalmente como aperitivo de platos principales requieren de un caldo propio. Para ello elegiremos tintos jóvenes o un manzanilla que resalten su sabor intenso.
En general los vinos con cuerpo, aromáticos y con largo tiempo en barrica van muy bien con cualquier tipo de embutidos.
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