Durante el invierno, parece que quienes se encargan de la cocina en casa tienen un repertorio culinario más socorrido con el que no hay que pensar demasiado, y donde los guisos y la cuchara cumplen sobradamente con el planning semanal. Sin embargo, al llegar el verano además de ser una época que invita poco a pasar tiempo junto a los fogones, las soluciones en la cocina se reducen bastante y se recurre, quizás demasiado, a ensaladas de todo tipo.
Con este post se acabó el tan habitual: ¡qué aburrimiento y ahora qué cocino yo!. Te contamos cómo lograr un plato único muy fácil de preparar, que gusta a todos y con el que tendrás una gran receta para no renunciar al exquisito sabor de la carne en verano.
El calor estival no solo afecta a la ropa que vestimos sino también a la manera de cocinar. La plancha, la sartén y la parrilla ganan la partida a los guisos y platos más contundentes elaborados al horno o en la olla. En los meses estivales las ensaladas y verduras cobran mayor protagonismo, pero no por ello tenemos que renunciar a comer un buen plato de proteínas aunque adaptadas al calor por supuesto.
Ya hemos hablado en otras entradas de las barbacoas o las brochetas como excelentes ideas para cocinar la carne en verano. En este post anotamos otra gran técnica para cocinar la carne de forma más ligera y que, acompañada de guarniciones frescas, se convierte en un plato único, muy sano y perfecto para esta época, como es la carne al ajillo.
Una de las grandes ventajas de nuestra recomendación culinaria de esta semana es que se trata de una técnica que nos llevará poco tiempo en la cocina, pero con un resultado espectacular. ¿Se puede pedir más?…
¡A cocinar!
Para cocinar al ajillo podemos elegir prácticamente cualquier carne. Pollo, pavo, cerdo (del que recomendamos especialmente la cabezada de chuleta) o la ternera (con la que las puntas de solomillo nos quedará una receta de lujo).
Esta forma de cocinar la carne tiene como base un buen chorreón de aceite de oliva, o como diría un cocinero muy televisivo “el oro líquido que no puede faltar”, y con el que embadurnaremos la carne elegida previamente troceada. Completamos el baño de aceite con un poquito de sal y un picadillo de ajo y perejil, que es la esencia de esta receta, y salteamos.
Una vez que la carne está dorada se añade un chorreón de vino blanco y dejamos cocer hasta que se evapore el alcohol.
Sencilla, rápida y exquisita, así es esta receta de carne al ajillo que la convierte en el plato único ideal que puedes añadir a tu recetario de verano. Para que no te falten recursos a la hora de cocinar y para estar preparado por si se presentan visitas inesperadas a comer en casa, recomendamos tener siempre una buena reserva de carne en el congelador.
Entra en nuestra carnicería online y llena la nevera con la mejor calidad en carne. Te la llevamos a casa perfectamente refrigerada, como recién salida de nuestras cámaras frigoríficas, lista para cocinar o congelar. Tú eliges el momento y Mariscal Delicatessen se encarga de la carne.
¡Disfruta de la semana y pon el mejor sabor en tu cocina!